Historia de la PCLE

Los emigrantes españoles comienzan a llegar a Ginebra a finales de los años 50. Hay evidencia de que, ya en 1958, surge la Misión Católica de Lengua Española, pero no existe documentación sobre ello. Los primeros sacerdotes que trabajaron en esta Misión fueron religiosos Servitas.
Está documentado que el 1 de Agosto de 1960 se crea la Asociación de la Misión Católica de Lengua Española de Ginebra y, por primera vez, nuestra Misión adquiere personalidad jurídica ante el Estado de Ginebra. Esta es la razón para que sea 2010 el año “oficial” de nuestro 50 aniversario.
El objetivo de la Misión (llamada Comunidad a partir de 1984 y Parroquia desde 2007) Católica de Lengua Española siempre ha sido doble: facilitar el servicio pastoral a los migrantes en nuestra lengua materna y prestar un servicio social a quien lo necesite.
La ubicación del lugar de culto, así como los religiosos que sirvieron nuestra Misión, estuvieron expuestos a una gran movilidad durante sus primeros 20 años. Es en 1977 cuando el lugar de culto se estabiliza en la actual parroquia de Sacré-Coeur. También adquiere estabilidad el clero que servirá a nuestra Comunidad a partir de Septiembre de 1978, al hacerse cargo del mismo los Dominicos de la Provincia de España, quienes estuvieron con nosotros durante 23 años. Algunos lectores recordareis a los primeros que llegaron: PP. José Polvorosa, José-Luis Lago y Joaquín Sandoval. Muchos más recordaremos a quienes les siguieron: PP. Tomás González, Segundo Pizarro, Javier Martínez, Jesús Díez, Hilario Provecho, Jesús Pérez, Teodoro Tamayo, Gaspar Ortega, Arturo Álvarez y, especialmente, al P. Miguel Eslava, quien estuvo con nosotros durante 17 años, desde Septiembre de 1984 hasta la salida de los Dominicos de Ginebra en el verano de 2001.
A partir de Septiembre de 2001, hasta nuestros días, los misioneros Escalabrinianos tomaron el relevo de los Dominicos en nuestra PCLE (PP Ivado Bettin, Vilson Zanini y Willinton López).
Nuestra breve historia no estaría completa sin mencionar el esfuerzo dedicado en el campo social para nuestra Misión, de 1958 a 1986, por miembros de Instituto Femenino Vita et Pax y por las Hermanas Dominicas de la Anunciata, de 1986 a 2001.